La jornada laboral de 37,5 horas entre cervezas

Aquí os dejamos un pequeño resumen de lo que fue la mesa redonda, sobre la jornada laboral de 37,5 horas, en la fábrica de cervezas Ámbar.

En Más Humanos, ett de Zaragoza, tuvimos la suerte de participar en un evento muy especial. El tema abordado fue las claves legales y preguntas frecuentes del anteproyecto de la jornada laboral de 37,5 horas semanas, un tema del que hablamos recientemente en nuestro blog.  Pero para abordar este tema en el evento de Ámbar, contamos con la colaboración de Ángel Moreno, abogado laboralista en el prestigioso despacho Garrigues. Y es escenario, no pudo ser mejor …. ¡la fábrica de cervezas Ámbar!

Allí, responsables de áreas de personal en diferentes empresas aragonesas, de distintos ámbitos, nos reunimos para abordar este tema que, en ocasiones, suscita tantas dudas.

Antonio Aparicio, director de RRHH y RSC en Pastores Grupo Cooperativo, fue el encargado de moderar una mesa debate en la que participaron: Alberto Fernández, responsable RPLL, Administración y Compensación en Grupo Agora; Inmaculada Avellaneda, directora de Rrhh CERLER Global Electronics; y Silvia Pellicer, directora de RRHH en Coanfi.

En dicha cita, tanto los participantes en la mesa como el público asistente expusimos diferentes puntos de vista sobre la viabilidad y los efectos de esta reducción de la jornada de trabajo. Quizá uno de los aspectos que más duda suscitaba fue el tema de los fichajes online y conectados con Inspección de Trabajo.

Perspectiva de las grandes empresas

Algunos de los representantes de estas grandes corporaciones señalaron que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales podría tener implicaciones tanto positivas como negativas. Por un lado, destacaron que una jornada reducida podría mejorar la productividad de los empleados, ya que tendrían más tiempo para el descanso y el equilibrio entre la vida laboral y personal. Además, esta medida podría contribuir a reducir el absentismo y aumentar la motivación de los trabajadores.

Sin embargo, también expresaron su preocupación por el posible incremento de los costos laborales. Reducir la jornada sin reducir los salarios implicaría contratar a más empleados para cubrir el mismo volumen de trabajo, lo que aumentaría los gastos en nómina. Para las grandes empresas con márgenes ajustados, este escenario representaría un desafío financiero significativo.

Algunas compañías multinacionales ya han probado modelos similares en otros países y han observado beneficios en términos de bienestar laboral, pero también han enfrentado dificultades en términos de operatividad y competitividad.

La visión de las pymes

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen una visión más cautelosa sobre la reducción de la jornada laboral. Muchos representantes de este sector argumentaron que reducir la jornada sin una reducción proporcional de los costos laborales podría ser insostenible para sus negocios. A diferencia de las grandes corporaciones, las pymes no siempre tienen los recursos para contratar más personal ni la capacidad de absorber los costos adicionales sin afectar su rentabilidad. En este sentido, en nuestra ett de Zaragoza, Más Humanos, nos sentimos orgullosos de haber implantado la jornada de 37.5 horas entre nuestra plantilla, y podemos decir que hemos encontrado beneficios en términos de eficiencia, con aumento de la productividad y reducción del estrés.  Además, de esta forma, podremos asesoras e indicar a nuestros clientes las mejores formas para hacerlo cuando llegue el momento.

Conclusión

El debate sobre la jornada laboral de 37,5 horas semanales sigue abierto y no tiene una única respuesta. Cada sector tiene sus propias preocupaciones y necesidades, y cualquier cambio en la legislación laboral debe considerar un equilibrio entre el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad económica de las empresas.

Lo que sí parece claro es que la flexibilidad y la adaptación serán claves en la implementación de cualquier reforma en la jornada laboral. La tecnología y la evolución del mercado laboral seguirán influyendo en cómo se estructura el trabajo en el futuro, y las empresas deberán encontrar maneras innovadoras de mantener la productividad sin sacrificar el bienestar de sus empleados.

En este contexto, el diálogo entre empresarios, trabajadores y el gobierno será esencial para encontrar soluciones que beneficien a todos los actores involucrados y permitan una transición ordenada hacia un modelo laboral más equilibrado y sostenible.

Comparte esta entrada: